Hoy voy a hablar de la Psicología Positiva, ámbito en el cual me estoy especializando.
En nuestra vida, buscamos cosas que nos hagan felices, queremos tenerlo “todo”, y ese es el problema.
Cuando las cosas van mal, intentamos buscar el problema en esas cosas que queremos y no tenemos, buscamos fuera, intentamos arreglar el exterior, y no nos damos cuenta de que nuestro control sobre el mundo es limitado. Tenemos que fijarnos en nuestro interior. Trabajarnos a nosotros mismos, porque ahí es donde está la fuerza, nuestras fortalezas.
Todos sabemos que podemos estar en una isla paradisíaca y por dentro ser completamente infelices. Puedes tener una casa muy grande, tener el mejor coche del mundo… y solo tener ganas de estrellarte con él, si tu mundo interior está destrozado.
La Psicología Positiva no se trata de ponerte unas gafas de color de rosa, verlo todo maravilloso y decirte que todo va a salir bien. Se trata de utilizar lo positivo de nosotros mismos, nuestras fortalezas, busca potenciar tu mundo interior. Porque el fin último de nosotros es la felicidad, el bienestar.
“¿Pues entonces qué es la felicidad? La felicidad, por supuesto, es una palabra tan vaga, que mejor usaremos bienestar… El bienestar no es meramente una sensación de placer, sino una sensación de profunda serenidad y realización; un estado que impregna y subyace en todos los estados emocionales y todas las alegrías y penas que se atraviesan en el camino.”
Matthieu Ricard
Fijarse en lo que salió bien, en vez de en lo que salió mal. Fijarse en lo positivo, y no tanto en lo negativo, puede ser un gran amortiguador contra la infelicidad.
Pero, ¿podemos sentir nuestro mundo interior? Por supuesto.
Entrenar la mente es importante, es algo que va a determinar la calidad de cada instante de nuestras vidas. Entrenar la mente es invertir en ti mismo, en tu felicidad.